sábado, 3 de abril de 2010

sí se puede

Me parece que este estribillo se hizo popular cuando Cienciano ganó la copa Sudamericana y la Recopa. Desde entonces se deja escuchar con más frecuencia para alentar las fuerzas del que va disminuyéndose en una disputa. Ese es entonces el cantar para nuestros colegas que, aunque pocos, siguen convencidos de que ni la influencia de los jerarcas burócratas de la Dreu o de la Ugel o de la Apafa, ni la salmodia mercantilista de convenidos colegas, bastarán para legitimizar el mando de un déspota.

limosna rechazada

Según el Director, los conflictos internos han propiciado que nuestro colegio haya perdido los veinte mil soles que el Ministerio de Educación debía otorgar aludiendo a la anulación de su resolución de reasignación, un valioso logro que ha conseguido nuestra dirigencia sindical. No han faltado quienes corean su estribillo de víctima. Sin embargo la verdadera razón de la pérdida ha sido su obsecuencia y falta de identificación con nuestro plantel – cosa que no es de extrañar en un advenedizo que tramposamente se privilegia en el mando de una Institución –, un acto ruin de revancha y venganza.

apagón

Estaba colgando, como suelo hacer siempre los fines de mes, mis caricaturas en el blog, y en eso, como un zarpazo salvaje, cayeron las sombras de la noche al que uno sólo evoca para escribir pero difícilmente a contemplar cuando se acostumbra al ajetreo de la vida “moderna”. A veces los apagones sólo se recuestan en un sector de la ciudad pero esta vez la devoró completa. Pucallpa parecía sufrir de luto por algún dolor ajeno. Ya hubiese querido que este apagón viniera el sábado anterior cuando se produjo “la hora del planeta”, pero no, los señores de electro Ucayali han decidió escoger a su antojo los momentos para nuestras sombras.
Siempre he sido incrédulo a las versiones de muchas personas que llaman después de los apagones a los medios denunciando el perjuicio que ocasiona aquel en sus artefactos, pero ahora que me acaba de suceder – se quemó mi cpu – qué me queda decir, sino, ¡&%”@$&%Ç! Me quedé huérfano o muerto varios días por su culpa.

marquiño

Alguna vez tuvo unos encontronazos con Marquiño en los partidos de fulbito que disputábamos todos los viernes al terminar el trabajo en el colegio. Esto motivó cierto distanciamiento después de haber tenido relaciones fraternas como cualquier colega. Hasta que Marquiño sacó lustre a su vocación religiosa, supongo (es profesor de Religión), de otra manera no habría sido necesario que se disculpe por algún exabrupto que cometiera en la cancha. Eso ya dice mucho de él.

tu hermana

Hace dos semanas atrás, en un acto cómico, el alcalde de Manantay convocó una conferencia de prensa para aclarar (uf, después de muchos meses) la denuncia de violación que acusó el joven con quien apareció en un video en clarísimas insinuaciones homosexuales. Para complacer al populacho que llevó como portátil no tuvo mejor idea que contestarle a un periodista que le “presente a su hermana” para comprobarle que era un verdadero macho. Considerando que esa respuesta lidia con la intención de mi modesto trabajo caricaturesco, correspondo su respuesta con esta gráfica que seguro imaginó el periodista después de ruborizarse ante tal descalabrada del alcalde y que el público circense festejaba como si hubiera sido una sabia máxima.

francisco

Te la debo, Francisco. Mucho te tenía paseando, que en esta iba a ser, que en la otra y nada… pero ahora sí, espero no más que te guste, (te iba sacar como futbolista pero luego dije, mejor haciendo algo más propio en tu quehacer pedagógico). Te agradezco por tu visita.

feliciano mejía

En el mes de febrero tuve el privilegio de participar en el encuentro nacional de narradores y poetas organizado por el grupo poético “Maldita Boa”. Pese a que la concurrencia no fue masiva (la cultura sigue siendo impopular), resultó siendo una experiencia agradable considerando que es la primera vez que participo en un evento de esa naturaleza. Además de conocer a escritores que comparten conmigo el anonimato en la poesía y la narración (me sorprendió y agradó a la vez reencontrarme con Víctor, un exalumno de Meza Saravia que anda metido en los vericuetos de la prosa) pude entablar confianza con Ruperto Ríos Valderrama, más conocido como Rupasho, un conocido escritor que ya luce varias publicaciones. Con los otros consagrados como Walter Pérez, Juan Sánchez Pacheco o Jorge Luis Salazar, no tuve la misma suerte.
Pero el invitado estelar de este evento sería Feliciano Mejía, un poeta surgido en el histórico grupo poético “Hora Zero” y que, según veo, ha paseado su verso por varios países de América y Europa. Su voz empalagosa y casi esclerótica, además de su mimetismo danzarín, se encargaron de crispar la atención de los concurrentes sellando perfectamente el recital. Resultó todo un personaje Feliciano Mejía que impresionó al propio alcalde Ulises Saldaña, presente en el acto.
Para que comprueben la calidad de su arte les dejo con uno de sus poemas que recitó y que pertenece a su libro “Marirís” que muy gentilmente se molestó en mandar a mi email, lo que demuestra que es además buena gente. Gracias Feliciano.



MARIRÍ DE GUERRA Y DE LUCIÉRNAGA


Graznan los Loros de Tocache
como perros embrutecidos
de baba y de estiércol.
Retumba la fronda con el eco de sus chillidos
de muerte;
pero los Shirimpuaz y Guacamayos
repletos de luz púrpura
ríen ante las blasfemias
de los Loros (muertos vivientes
de miedo) y prosiguen el camino.
Un Toco-Toco planea
como un Ronsoco ulcerado,
como una hiena en busca de carroña, de caminos,
de líneas de reposo, de espejos
de agua pura del descanso
y avituallamiento.
Ah, silbarimuy, tumarimuy yacu tapiocatapas.
Un Toco-Toco planea
retumbando su hélice de billetes
verdes;
mientras los dulces silbidos de los Paujiles dicen:
Chiwí, Chiwí, amados hermanos,
embósquense entre las lupunas
corónense las frentes con ramas de farinari,
beban las aguas nutrientes de coco y guarden la copra
bajo la luna verde, Chiwí;
presto, que vienen las Ratas
sudando sus grasas apestosas.
Un bochorno de Mosquitos de odio
se desgrana por la Internet
y las antenas parabólicas parecen
tetas de putas de puerto fluvial.
Los Loros Guamas como sidosos,
los Loros de Tocache se enlazan
cuando los Tapires del Asco
vadean el Huallaga con sus cargamentos:
¡Pepe – Indio – Pepe – zeta- ene – zeta – ene, terminando,
aquí Lobo Blanco – Lobo Blanco,
Playa sin Luna- repito, Playa sin Luna,
Viento a Babor, cambio!
Y vadean las aguas llenas de humus del Monzón.
¡Aquí, Ojo Bonito, repito, Ojo Bonito!.
¡Pepe – Indio – zeta –ene, nueva entrega, ¿me copian?
crucen-crucen,
rápido traqueteen los pollos, hijoeputas, carajo.
¡Aquí Sinchi – Mono – Sinchi - Mono, copiado, Toro Ronco.
Adicional, tomen nota:
Afinen los Fals, ya-ya,
Pasen los Pollos, pollitos, todo en calma.
Pollitos míos y del Gran Jefe.
Corto y cambio!
¡Aquí, Soro Uno, copiado, cierro!
Y el Toco-Toco verde hoja seca
negro petróleo
orín y blanco camuflageado
silba por sobre el techo del monte
y se va, deber cumplido;
silba en la noche de bochorno con sus luces de colores
y escarba en el aire
buscando a las Luciérnagas del Mañana,
y, ¡boom!, el Toco-Toco vomita
un misil aire-tierra
y el vientre de la selva de Uchiza estalla,
y las palmeras astilladas y los taperibáes estallan
y la tierra de May-Ushín salta como lluvia de caldera,
y las hermosas hormigas de Luz, los Pukakuros, saltan
en pedazos entre el olor de cordita.
¡Aquí, Torre Blanca, cambio!
Y rugen los Otorongos llenas las fauces de sangre
y se lanzan a los villorrios en busca de la carnicería
pero en Guayabal y en Venas de Sal,
en Dayacu, Shambillo y Puerto Azul,
en Singa, en Huipoca, Shanantía, Mebamañú,
en Yamito, Tarahuaca, Shiringal, La Frontera,
en Tahuapo, Neshuya,
en Sheshea,
en Ucumba, Panaillo, Shambo, Ubanaya,
en Huitococha, Juantía, Capotillo, Tunilla,
en Paraya, Yurac, Irazala y Curimaná,
las bestias sólo encuentran sombra amarga y hórrido desprecio.
Por los caminos ocultos de techos de hojas frescas
y ecos dulces, van las columnas de Pirirangas
con sus antorchas coloradas,
rodeados de las dulces pieles de los Cholones
y de los cantos silenciosos de los Hibitos con rayadas mejillas de achiote,
serenos, de brillantes y negros ojos pensativos,
que sonríen sin mostrar los dientes
acariciando las puntas de sus flechas de pona.
Columnas enteras de Pirirangas con ZBtreintas.
Así, ahora, de nada sirve la rabia obscena de los Toco-Tocos de muerte,
enfermos; y de nada sirve que arrasen la sagrada tierra en la floresta.
Ayaé: Toé, ilumíname.
Toé, abre mis venas.
Ah, cantarimuy, silbarimuy.
Toé, agarra mi nervio y plántalo
en el centro del mundo.
Pidirimuy.
Toé, hermano oscuro, la luna arde y el sol mastica.
Ey, Toé, ya no tengo ganas de llorar,
gritarimuy, jaylla, bailarimuy, ñuqanchik.
El retumbar del volcán prosigue,
y la lluvia nueva prosigue,
y los combates entre la sombra
y el gran amanecer prosiguen,
inexorable, en las puertas de la historia.
¡Cantarimuy, jajayllas, yau!

Shunte, 6 de octubre – Tocache 7 de octubre de 2005.

walter pérez mesa

Junto a mis alumnos tuve la oportunidad de entrevistar en dos oportunidades a Walter Pérez Mesa, la primera fue para la elaboración de una monografía sobre la fiesta shipiba del Ani Sheati y la segunda fue para una publicación virtual que creamos para un concurso que organizó la empresa Telefónica. Desde que leí sus libros concebí a Walter tal vez como el intelectual más representativo de Ucayali – tal apreciación motivó incluso que un año lo homenajeáramos en mi colegio celebrando además el día del libro y en el que tuve el gusto de dramatizar con mis alumnos su célebre cuento “El emperador invisible” – y de la Amazonía. Aún así no puedo decir que soy su amigo, lo conozco solamente aunque me gustaría ser de su círculo. Pero dicen que “las boas” son herméticas…
Para que se deleiten les dejo una de sus poesías que publicó en el primer número de la revista Topus Uranus:

Amo
los días crucificados
Por tu ausencia,

La oscura piel de tus cabellos
Tu risa de agua fina.

A ojos llenos
A martillo eléctrico
A sol de mediodía
A palmera encendida
A inocente beso de araña,

En la soledad de la estrella
En la hostia de la hormiga
En el diente del ofidio
En la lengua del hambriento

Amo
Tu dúctil y negra caballera
Tus ojos de chicharra y avispa
Donde alimento mi chispa
Para incendiar la pradera

sueldo

Cuando los periodistas le preguntaron al Presidente regional su opinión sobre el aumento de sueldos que los regidores de mano del alcalde provincial de Coronel Portillo, se gratificaron, removió, como quien dice, sus alas para envalentonarse la representación de los vecinos pucallpinos y lanzó sus picotazos cargadas de ética: que es una barbaridad, que es inmoral, un insulto a la pobreza, etc.
No deja de ser cierto lo manifestado por el loro – porque aquellos paladines del oportunismo, sin hacer ningún mérito que respalde su angurria, se irrogan los aumentos de sus salarios sin ningún descaro – pero lo que es deleznable es la calidad del emisor de la queja, ¿tendrá alguna autoridad?... uno termina concluyendo lo contrario al escuchar, en la misma entrevista, su balbuceo para responder los números de su propio sueldo.

burla

Fue un acto de burla monumental que el Director haya rechazado los veinte mil soles que derivó a nuestro plantel el Ministerio de Educación cuando las necesidades se multiplican como si fuera un Asentamiento Humano. Como dice el dicho, no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y bien que lo es éste. De otra manera, tremenda burrada no hallaría justificación ni siquiera en un niño que ha llegado a primero de secundaria. Sin embargo para él no ha pasado nada y por eso se irroga discursear en las formaciones reglas de responsabilidad y respeto. Qué tal con…ciencia.
Este señor, desde que asumió el cargo, primero en un acto de oportunismo y luego en una clara argucia ilegal, ha causado más perjuicios que beneficios no sólo a la Institución sino a toda la comunidad educativa. Si no fuera por el mayoritario consentido implícito de la indiferencia de algunos colegas y el vergonzante respaldo de otros, hacía rato que ya estaría afuera.

negocio

Ha salido una noticia que señala que una colega de Arequipa le ha ganado al estado un juicio por el cual se le reconoce el pago por las horas de preparación de clases. Aproximadamente a la colega el estado le debe retribuir más de cien mil soles por todos los años que le ha dejado de pagar ese derecho. Ante ello, ni cortos ni perezosos, los dirigentes del Sutep se han puesto las pilas y han convenido, (me imagino que es a nivel nacional) comunicarles a sus agremiados sobre este hecho para incentivarles a seguir el mismo procedimiento que la colega de Arequipa. Claro, parece una buena noticia porque quién no querría llevarse un dinero extra a su casa y más si el monto bordea casi los cien mil soles (depende de los años de servicio). Pero la torta no está ahí. En realidad el dulce está en los veinte soles que se tiene que pagar para que el Sutep se encargue de seguir el proceso. Parece barato si se considera el beneficio de los interesados, pero multiplicado por los trescientos mil que aproximadamente son los agremiados (no sería raro que todos lo soliciten) la cifra sí sale gigantesca.
Como escuché a mi tío Perico decirle en una asamblea a un abogado angurriento, voy a repetir, “qué bonito, señor, (sutep) qué bonito”. El negocio es perfecto porque aún aquellas solicitudes tuvieran éxito, el Estado jamás podría asumir la deuda porque se iría a la quiebra, eso lo saben los dirigentes del Sutep, pero cuando se trata de negocios no prevalecen los razonamientos.