Este pata sí que se pasó. Con "tremendo" argumento uno no entiende cómo puede ser ministro. Y todavía se ofende por que de él ha dicho Vargas Llosa, "no es tonto pero actua como tonto".
El político pepecista inteligente de antes ha dejado de ser, claro, aunque no se haya cambiado legalmente al partido de la estrella, no deja de ser otro transfuga, porque ahora se complace en el carguito de ministro defendiendo lo indefendible y soboneando a su jefe, que de otra forma, criticaría. Así es la política.
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