La sentencia a Fujimori ha sido la noticia más importante de la semana pasada. Aunque el juicio aún no se ha resuelto por la apelación del mismo, uno no puede dejar de sentirse satisfecho por la impecable conducta del tribunal y su ejemplar sentencia. Los que hemos seguido este juicio y hemos vivido el gobierno del "Chino" no podemos equivocarnos al decir que fue el más corrupto que recordará la historia de nuestro país.
Aquellos que lo defiende alegan que sus excesos fueron el precio de su éxito en la pacificación. Sostener lo anterior confirmaría la premisa equivocada a la que ya nos estamos acostumbrando, “si robas pero trabajas, está bien”. Si esto fuera una regla de conducta, nuestro país sería tierra de nadie.Pero felizmente, a pesar del bullicio fujimorista, los gritos de libertad y justicia han sonado más claramente en los pozos clandestinos donde se asesinó, calcinó y enterró a gente inocente
No hay comentarios:
Publicar un comentario