No me llevé una buena impresión aquella primera vez que pude ver una obra en vivo de Szyszlo (fue una exposición de grabados en el Instituto Cultural Alemán en Arequipa). Coleccionaba algunas fotos de sus obras y me pareció que se exageraba de su fama. Tuve después la oportunidad de verlo y escucharlo en un conversatorio en la Escuela de Artes donde lució demasiado sencillo para lo que esperaba.
Unos años después tuve otra oportunidad de ver su obra y pude recobrar mi admiración. La atmósfera onírica de sus espacios reduciéndose a veces a algunas manchas de color, la superposición de líneas en contrastantes direcciones curvas formando una especie de colmillos, soles, o cuernos o burbujas ocultándose a veces, brillando sobre un fondo sombrío o iluminado, no es ajeno a la emoción por más abstracto que sea. Así es Szyszlo. Un maestro cosmopolita pero bien peruano de las artes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario