
Yo elegiría lo segundo. Los que se aferran a la legalidad al precio que cueste, revelan en realidad una falsa condición cívica con el fin de conseguir un propósito egoísta o convenida, la legalidad del que hacen alarde, al fundamentarse en una movediza moral, ante una situación dramática, si no se derrumba se readapta a otra conveniencia, si no recordemos lo que pasó Cristo con los fariseos y saduceos quienes eran los más conspicuos cumplidores de la ley. En realidad eran unos hipócritas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario