Las comunidades nativas amazónicas, casi inadvertidamente, iniciaron una huelga nacional hace más de un mes atrás reclamando la derogación de una serie de normas que aparentemente atentan contra sus derechos. En estos últimos días han cobrado mayor atención ya que se han declarado en abierta rebelión contra el estado. Producto de eso, a manera de amedrentamiento, le han abierto un proceso penal a Alberto Pizango, líder de la Aidesep (Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana) y por otra parte han salido una serie de exdirigentes de la misma asociación a denunciar a Pizango por enriquecimiento ilícito. Aunque esta acusación es legítima y debería ser investigada, no cabe duda de que es otra táctica del gobierno para desacreditar a aquel dirigente y dividir a los asociados con el fin de debilitar la medida de fuerza.
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