La semana pasada, un periódico capitalino hizo alarde del estúpido racismo que todavía impera en algunos espacios de la pseudocultura. Se ironizó sobre el desconocimiento de la ortografía castellana de la congresista Hilaria Supa quien, como sabemos, es una mujer quechuablante que no tiene instrucción académica. Felizmente muchos verdaderos periodistas e intelectuales han cuestionado la actitud de Aldo Mariátegui, director del diario que hizo la carátula, ilustrándole que si él fuera a una comunidad quechua, por su desconocimiento del idioma, pasaría como un completo ignorante.
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