domingo, 14 de agosto de 2011

LAS MIL NOCHES Y UNA NOCHE

interpretación de los alumnos de 4º H




Como es usual en casi todas sus obras teatrales, Mario juega con los tiempos y espacios sobreponiendo diferentes personajes que resultan siendo los mismos protagonistas. Al inicio son el propio Mario y Aitana sobrepuestos en un escenario para contar a un público las historias de “las mil y una noches”. El acto narrativo de pronto se convierte en un hecho vivencial ya que Mario asume el papel temible del Rey Sahrigar y Aitana de su esposa Scherezada. Como es sabido Sahrigar para vengarse de la traición de su primera mujer había ordenado decapitar todas las mañanas a la doncella que cada noche tomaba como esposa. Scherezada, quien es hija del primer ministro del Rey, se ofrece voluntariamente para casarse con él, con el firme propósito de terminar con aquellas matanzas. Para conseguirlo, después de su noche de bodas, solicita como última voluntad contarle al Rey algunas historias. La fascinación que despertaría en él los cuentos que Scherazada hábilmente dejaba inconcluso cada amanecer le obligarían a postergar la sentencia de muerte,  el cual, con el reinicio de otra historia aún más espectacular, se alargaría hasta el  transcurso de mil y una noches.
En cada una de estas historias, Mario y Aitana dejan de ser Sahrigar y Scherezada para adoptar la identidad de los personajes de cada cuento. De esa manera llegan a ser el príncipe Camar Asamán y la hermosa princesa Budur entrelazados en un romance por capricho de unos genios (Danhás y Maimuna) quienes los juntan por una noche sólo para demostrar que uno era más hermoso que el otro. Vueltos a sus lugares de origen, los dos serían tomados como locos ya que se reclamaban para ser los únicos con quien desposarse. Sería el príncipe Marsuán, hermano de Budur, quien los ayudaría a reunirse haciendo que Camar Asamán finja de astrólogo para llegar al confinamiento de la princesa donde moría de tristeza.
Viviendo muchos años casados en el país de Budur, Camar Asamán decide retornar a su patria. Sin embargo, en el trayecto se extravía por perseguir a una misteriosa ave que había robado una joya de su esposa. Considerando que es la única mujer de la caravana, Budur se ve obligada a asumir la identidad de su esposo con el fin de protegerse y luego continuar  el viaje. Así llega al territorio del Rey Armanús, quien sin sospechar la verdadera identidad del príncipe, le ofrece la mano de su hija Hayatanafús. El falso Camar Asamán acepta la proposición para no ofenderlo y consigue que la princesa, al enterarse de la verdad, le ayude a encontrar al verdadero príncipe.  Después de vivir confinado en una isla, Camar Asamán, finalmente logra reunirse con su esposa y, con la aprobación de ella y del Rey Armanús, toma también a Hayatanafús como mujer. Ambas le darían un hijo, Budur a Amgad y Hayatanafús a Asam. Cuando estos tuvieron veinte años, las dos mujeres intentarían seducir a sus hijastros y al ser rechazadas complotarían contra ellos logrando que su padre los sentencie a muerte. Sin embargo el encargado de cumplir la orden es atacado por una fiera en el bosque y al ser salvado por los jóvenes, terminaría perdonándoles la vida. En una posterior aventura va a ser cuando Scherezada llega a las mil y una noches de narraciones continuas, tiempo suficiente para que el Rey Sahrigar, admirado de la inteligencia de su esposa, se arrepienta de su plan parricida y decida quedarse con Scherezada para siempre.

Como lo evidencia en la introducción del libro, Vargas Llosa, parece tomar como pretexto la fabulosa historia árabe de Las mil y una noches para sustentar su repetida tesis de que la ficción y la realidad son espacios complementarios e indivisibles. Considerando tal vez que no es suficiente el texto para que una obra de teatro alcance esa naturaleza, ha intentado con la puesta en escena involucrarse como protagonista y demostrarnos que no se equivoca.
 




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