miércoles, 17 de junio de 2009

Bagüa III


Lo sucedido en Bagüa es lamentable y penoso. Pero lo peor es que todas las muertes han sido absurdas e innecesarias porque finalmente los decretos cuestionados van a ser derogados. Esto demuestra la sinrazón y casi estúpida posición de la mayoría de nuestros políticos, oficialistas y opositores a la vez, que con el afán de ganar protagonismo y sobreponer sus posiciones, fomentan la exacerbación de los ánimos, las rivalidades y peleas. Claro, se asumen generales y determinan órdenes que tienen que cumplir las tropas. Para un militar debe ser honroso morir por una causa justa, pero, ¿morir por nada y para nada, qué?
Al final, como sucede siempre, el pueblo es el quien pierde, y mucho.

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