El otorongo Vásquez salió bien librado de un juicio por malversación en su periodo de Presidente regional para tristeza, seguro, del loro Velásquez. Por eso sacudió su pelambre y rugió entre feliz y burlón acusando a los periodistas asalariados de su enemigo de haberle perseguido con esa acusación sin fundamento (Sacó cachita el otorongo). Pero, claro, los periodistas al toque arremetieron con sus aves marías y le exigieron que dijera nombres (como si no lo supieran). El otorongo Vásquez no mencionó a nadie, por supuesto, pero dejó bien en claro que él también tenía sus asalariados cuando fue Presidente para que así nadie se rasgue las vestiduras.
Que quién es asalariado de quién es fácil deducirlo. Sólo hay que mirar los programas periodísticos. Los neutrales son raros.
Que quién es asalariado de quién es fácil deducirlo. Sólo hay que mirar los programas periodísticos. Los neutrales son raros.
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