La semana pasada la provincia de Quillabamba en el Cusco paralizó sus actividades por más de diez días en protesta por la exportación del gas. Por cierto, resulta indignante que siendo nuestro país fuente de tal recurso tenga que venderlo más caro a sus ciudadanos que a los extranjeros. Estuve viendo por televisión el debate que hubo en el congreso por este tema con la presencia del Primer ministro Velásquez Quesquén y el de Energía y minas. Fue lo mismo de siempre, un circo. Aunque Velásquez ha corroborado lo dicho por el Presidente García de renegociar el contrato, considerando la vocación populista de este, es legítimo no creerle.
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