sábado, 3 de abril de 2010

marquiño

Alguna vez tuvo unos encontronazos con Marquiño en los partidos de fulbito que disputábamos todos los viernes al terminar el trabajo en el colegio. Esto motivó cierto distanciamiento después de haber tenido relaciones fraternas como cualquier colega. Hasta que Marquiño sacó lustre a su vocación religiosa, supongo (es profesor de Religión), de otra manera no habría sido necesario que se disculpe por algún exabrupto que cometiera en la cancha. Eso ya dice mucho de él.

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