Aunque más parece una broma, no me ha dejado de sorprender que las señoritas Yuri Ambicho y Silza Gonzales, alumnas del 5º E, confiesen su simpatía – defendida ardorosamente – por las ideas totalitarias del comunismo. Es paradójico esa inclinación considerando sus juveniles años y el contexto de la historia. De todas formas, cada quien elige lo que le place. Sin embargo, peco de obstinado y apelo otra vez a su inteligencia para disuadirlas recordando aquel sabio pensamiento, “el que no es comunista a los veinte no tiene corazón, pero el que es comunista a los cuarenta, ese no tiene cabeza” (uf, tienen tiempo de sobra para darse cuenta)
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